La ropa de caza es indispensable para el cazador. Ésta debe ser resistente, de calidad, cómoda y funcional que ayude a cazar en diferentes condiciones atmosféricas.
La ropa de caza con el paso del tiempo va siendo cada vez más innovadora. Para realizarla se usan avances técnicos que permiten que la ropa se adhiera al cuerpo como la propia piel que la hace más confortable.
Alguna indumentaria que se suele utilizar son gorras y sombreros para evitar que el calor del sol de directamente en la cabeza o que no se pierda la temperatura del cuerpo por la cabeza cuando hace frío.
Cuando hay temperaturas bajas en ciertas modalidades como esperas y recechos se suelen utilizar pasamontañas o lo que se conoce como "bragas" o cuellos polares que eviten coger frío por la zona del cuello además de ropa térmica, bufanda y guantes.
Para transportar todo lo necesario para cualquier modalidad es necesario llevar una mochila, morral o zurrón.
En cuanto a los tejidos de la ropa debemos buscar que sean resistentes, ligeros y cómodos. Es conveniente que sean prendas transpirables e impermeables debido a que el cazador se puede llegar a encontrar en condiciones climatológicas adversas. La caza se practica en parajes naturales por lo que el tejido de la ropa sea antideslizante y que eviten el desgarro.
Para concluir analizamos cómo debe ser la ropa del cazador, en definitiva ropa cómoda y ligera, en cuanto a colores lo más parecido al entorno en el cuál vayamos a practicar nuestra jornada sin olvidar la importancia de alguna prenda reflectante o de alta visibilidad para evitar accidentes.
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