La problemática de la superpoblación de especies nos afecta a todos

La problemática de la superpoblación de especies cinegéticas nos afecta a todos

La superpoblación de algunas especies de caza se ha convertido en un verdadero problema para muchas zonas de España. Esta situación pone en riesgo no solo a los cultivos y a la cabaña ganadera, sino a la propia ciudadanía. En este artículo queremos llamar la atención sobre esta difícil problemática cuya solución se halla en la caza como actividad de control de especies.

¿En qué situación se encuentra la problemática de la sobrepoblación?

Basta con echar un vistazo a la prensa nacional para percatarse de que la problemática de la superpoblación de algunas especies de caza es un problema real y actual. Vemos a jabalíes campar a sus anchas por zonas urbanas sin ningún tipo de control y a conejos acabar con centenares de hectáreas de cultivo sin remedio alguno. Pero no solo jabalíes o conejos engrosan la lista de especies cinegéticas con sobrepoblación en territorio nacional sino también corzos, ciervos, cabras montesas, gamos, topillos o lobos. Éstos últimos se han convertido en una verdadera amenaza para los ganaderos de zonas como Galicia, Asturias o Castilla y León, quienes se acuestan cada noche con el temor de encontrar su rebaño arrasado por el ataque del lobo a la mañana siguiente. Representantes del sector agrícola y ganadero de comunidades autónomas como Galicia, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana o Madrid han puesto el grito en el cielo ante esta coyuntura y reclaman medidas a la Administración Pública para atajar el asunto de la sobrepoblación.

¿Qué consecuencias supone la superpoblación de especies cinegéticas?

La destrucción de cosechas, el ataque a la ganadería o la transmisión de enfermedades a las cabañas ganaderas son las consecuencias directas de la problemática de la superpoblación de especies, pero lamentablemente no son las únicas. Los problemas sanitarios pueden suponer un grave riesgo para la fauna puesto que algunas de estas especies de caza que mueren junto a ríos o embalses terminan por contaminar las aguas y transmitir enfermedades. Por su parte, la presencia en ciudades y zonas residenciales de animales como jabalíes, con ejemplares que han llegado a superar sobradamente los 100 kilos de peso, pone en riesgo a la ciudadanía. Además, se ha relacionado la presencia de estas especies con la destrucción de mobiliario urbano. Tampoco podemos olvidar la cifra de accidentes de tráfico originados por choques con animales, que asciende cada día, dejando víctimas mortales a su paso. Ni el riesgo que supone la sobrepoblación de jabalí para el equilibrio del resto de especies animales con las que convive puesto que es un predador que se sitúa en los niveles superiores de la cadena trófica. Sin duda, la superpoblación de especies cinegéticas es una grave problemática que se debe atajar de raíz. Ante esta realidad, la caza se alza como un instrumento eficiente capaz de llevar a cabo un control de la cantidad de animales. Sin duda, la Administración y las asociaciones de cazadores deben trabajar de la mano para evitar más catástrofes a causa de la sobrepoblación.

Escribir comentario

Comentarios: 0