Caza de perdiz con reclamo: qué es y qué accesorios necesitas

La caza de perdiz con reclamo, más que una modalidad, es una auténtica tradición cinegética en nuestro país, que hunde sus raíces siglos atrás. Considerada por muchos como un arte, en este artículo hemos querido centrar nuestra atención en esta adictiva práctica.

 

Si te interesa la caza de perdiz con reclamo quédate por aquí. Ahondaremos de forma breve en la modalidad y repasaremos el equipo básico que necesitas para adentrarte en ella.

 

¿En qué consiste la caza de perdiz con reclamo?

 

El reclamo o perdigón es la gran estrella de esta modalidad cinegética cuyo objetivo es dar caza a la perdiz roja —Alectoris rufa— que acude al lance atraída por los cantos del macho de perdiz.

 

El objeto de deseo de esta modalidad cinegética es la perdiz roja. El cazador o perdigonero, también conocido como jaulero, reclamista, pajaritero, cuquillero o pajarero, se sirve de los cantos del reclamo (macho de perdiz) para atraer a su presa.

 

Para ello, sitúa al reclamo en un lugar estratégico conocido como tanto, repostero o púlpito desde donde entonará su inconfundible cuchicheo o cuco mientras el cazador permanece a la espera en la distancia en su puesto (tollo) especialmente acondicionado para mimetizarse con el entorno natural.

 

La exploración y el conocimiento previo del terreno escogido para consumar el lance por parte del cazador resulta fundamental. La clave es estudiar los hábitos y lugares preferidos por la perdiz hasta determinar la querencia (terreno seleccionado por la perdiz para anidar). De esta manera, el cazador podrá identificar el enclave idóneo para ubicar el reposteo, que se coloca a una altura aproximada de un metro desde el suelo, y planificar el momento propicio dar caza a la perdiz.

 

Desde su jaula, el macho atraerá a sus semejantes hasta el tiradero o plaza, es decir, el territorio circundante al púlpito donde aguarda el macho de perdiz en su jaula. A los provocadores cánticos del reclamo acuden tanto machos como hembras. Los primeros en defensa de su territorio, las segundas atraídas por el seductor macho.

 

Es curioso detallar que la caza de perdiz con reclamo mantiene vivas unas normas ancestrales que los verdaderos cuquilleros continúan respetando como el no disparar a la perdiz que se encuentre fuera de la plaza y no haya sido recibida por el reclamo.

Como ves, la caza de perdiz con reclamo es una modalidad cinegética centrada en el uso del perdigón o perdiz macho. Este es el mayor tesoro del reclamista que, a día de hoy, se suele conseguir en establecimientos autorizados para su cría y venta. Por ello, el cazador se esmera en cuidar, atender y alimentar al reclamo a lo largo de todo el año, aprendiendo de él y de sus cantos hasta que llega la ansiada temporada. Su mayor anhelo es observar cómo su preciado perdigón cumple su labor y le acerca al lance de la perdiz.

 

¿Qué necesitas para practicar la modalidad de caza de perdiz con reclamo?

 

Para practicar la caza de perdiz con reclamo es necesario contemplar una serie de accesorios u objetos fundamentales.

 

Por un lado, la escopeta. Escoge una de calibre ligero (12 o 16 mm. pueden ser buenas opciones) y ten en cuenta la distancia de tiro que suele estar en torno a los 20-25 metros. Respecto a la munición, con plomos del 7,5 u 8 con un peso 28 gramos puedes hacer un buen papel.

 

El puesto de caza es otro de los accesorios clave de la caza de perdiz con reclamo. Constituye el fuerte del cazador y debe mimetizarse al máximo con el terreno para evitar ahuyentar a la perdiz. Aunque cabe la opción de que puedas fabricarte un puesto artesanal, hoy en día puedes hacerte con uno de ellos de una forma fácil y asequible. Te ahorrará tiempo y tendrás un puesto asegurado para muchos años dado que están fabricados con materiales resistentes e impermeables.

 

Otro de los objetos que pueden ayudarte a la modalidad son los micros para reclamo. El cazador puede utilizar la electrónica a su favor a través de estos aparatos diseñados para escuchar con claridad desde el puesto los sonidos y cantos emitidos por el reclamo (guteo, regalo, aguileo o cañón, entre otros). Su uso es muy sencillo. Se coloca el micrófono en la jaula del perdigón y este transmite el sonido hasta el auricular del cazador sin necesidad de cables, tan solo con el uso de pilas.

 

Una buena silla, un buen morral y una buena dosis de paciencia para controlar las ganas de dar caza a la perdiz y soportar las jornadas frustradas es todo lo que el aficionado necesita para practicar la caza de perdiz con reclamo.

 

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